
TRADICIÓN, LEGADO Y FAMILIA
Soy hija de caficultor en Jardín-Antioquia, mi sangre es de tradición cafetera, llevo en el alma cada grano de café que hemos cosechado con amor y dedicación durante más de 60 años.
El inicio se dan en medio del hermoso y cautivador pacífico colombiano, cuando trabajaba para artesanías de Colombia, un lugar en el que viví una etapa muy especial al lado de las comunidades creadoras rurales e indígenas de los objetos artesanales más maravillosos que hayan tocado mis manos y hayan visto mis ojos; un día en medio de un atardecer rojizo y al lado del sonido de las olas del mar que jamás olvidaré, se escuchaba a lo lejos la voz prodigiosa de una cantaora cantándole al atardecer, se vino a mi mente mi familia, mi raíz, mi tradición y decidí tomar el camino de emprender, un camino lleno emociones y sensaciones que hoy me hacen sentir muy orgullosa. Llamé a mi papá y le dije: Javier, me devuelvo para Jardín mañana, solo llevaba conmigo la ilusión y mi amor incondicional a cada grano de café.
¡A TU SALUD CHABOLA!
PROMETEMOS
NUESTRO AMOR por el PLANETA lo sellamos con el ALMA, fusionamos la SOSTENIBILIDAD, la excelencia y la SABIDURÍA ANCESTRAL de las MANOS que cosechan y crean.
SOÑAMOS
Con ser aliados de la naturaleza, con generar un impacto positivo a la población que nos rodea, con conservar nuestra identidad y tradición, y con acompañar al mundo en cada taza de café.